Lo nuevo de la luz pulsada

La aparición de la luz pulsada intensa o IPL supone una nueva revolución en el tratamiento del rejuvenecimiento facial. Esta nueva tecnología no ablativa (no agresiva) basada en la aplicación de luz, aporta una mayor rapidez y seguridad, sin períodos de convalecencia e incorporación inmediata a la rutina social. Es, por lo tanto, más aceptado que los métodos con láser ablativos y la cirugía.

Sin embargo, no se pueden tratar con IPL todos los grados de envejecimiento. Los grados avanzados de envejecimiento con arrugas muy profundas, elastosis intensa (pérdida de elasticidad severa) y lesiones cutáneas premalignas deben tener una solución quirúrgica o con laser ablativo.

La luz IPL induce un efecto fototérmico capaz de producir una fototermólisis selectiva del pigmento o melanina de la piel acabando con las mancha y homogenizando el tono de la piel, por otro lado ese efecto térmico produce un calentamiento inespecífico que estimula la formación a nivel dérmico de colágeno y elastina produciéndose gradualmente una evidente remodelación cutánea y con atenuación de las arrugas, mayor brillo y tensión de la piel, los poros dilatados y pequeñas venitas que también mejoran ostensiblemente consiguiendo un aspecto más sano y juvenil.

Este tratamiento es especialmente eficaz en cara, cuello, escote y dorso de las manos.